martes, 27 de mayo de 2014

Sobre los resultados de las europeas

Hoy he recibido dos buenas noticias; la aceptación de “Villaviciosa Hermosa” al concurso presentado – han tardado varias semanas en tramitarlo-  y un mensaje de un colega de finales de los 60s. Ambos éramos estudiantes en la Universidad de Lille. Habíamos perdido el contacto en el verano del 68. Me había comprometido en ser el padrino de su boda y le llamé la víspera desde Hendaya, para disculpar mi ausencia. Había adelantado mi regreso a España y  no podría asistir a la ceremonia. En realidad había aguantado hasta el último momento, pero ya no me fue posible retener más al grupo en el que tanto me había integrado en la movida y con quien tanto deseaba compartir las vacaciones. Cosas de la época. No nos hemos vuelto a ver o escribir hasta muy recientemente; nos encontramos por G+ y nos pusimos en contacto por correo electrónico. Empezó todo muy clásico y le traduje y envié  mi último artículo en el que reiteraba mi llamamiento al voto.
La primera respuesta me ha tranquilizado por la simple constancia de que mi novela concursa. La segunda me ha sorprendido; el colega francés ha respondido a mi artículo con el axioma que deduce  que no se puede reparar algo podrido desde las raíces. Después me indica que teme defraudarme por su evolución política, ha votado Frente Nacional. Es partidario de la Europa de los pueblos, es flamenco francés y es de sobra conocida la situación de un pueblo dividido por tres Estados. Sabe que compartimos el objetivo y el de defendernos con nuestra identidad frente al “pensamiento único”. También sabía, puesto que en mis mensajes había expuesto mis planteamientos políticos, que no aprobaría su posición lepenista, argumentada por la paranoia de los africanos que van usurpado nuestra identidad.
Me he pasado la mañana respondiendo; no olvidemos que ha sido la lista más votada en Francia y ya me he vuelto a lanzar en un artículo titulado “Carta a un ex colega que se ha vuelto lepenista”. Estoy en ello.
En mi respuesta he dejado muy claro que no me había escandalizado su posición, que me alegro de haber publicado el artículo y que creo que los resultados que hemos obtenido los que hemos llamado al voto han permitido mejorar las previsiones de participación y que el Parlamento elegido tiene, por la aplicación del Tratado de Lisboa, competencias  que incluyen la revisión y potencial anulación de los Tratados precedentes.
Le indico que los míos y los  de él pueden estar de acuerdo en objetivos como la Europa de los Pueblos o en reforzar lo identitario frente al “pensamiento único”, el que presento en Cowboy from Brooklyn: http://editorialcirculorojo.com/cowboy-from-brooklyn/  ; se lo he puesto en Amazon Fr., que permite lecturas gratis, pero no lo leerá.
Con respecto a las razas, como licenciado en Ciencias Humanas  sabe que los humanos hemos viajado durante miles de siglos y que somos producto de mezclas  y también sabe que los humanos nos hacemos en los entornos. No vale la pena discutir.
Los africanos que según él nos roban la identidad y los recursos,  vienen del continente más rico, expoliado por nuestras multinacionales y hasta incluso nuestros Estados – Areva que explota entre otras cosas, el uranio, a cielo abierto y sin protección para los trabajadores, en África, es de titularidad semipública. A mí no me estorban los africanos; lo que tienen que hacer los que se sientan amenazados es intervenir en las causas, porque las concertinas no pararán a las víctimas. También le he recomendado leer “El principado de la Fortuna”:  http://editorialcirculorojo.com/el-principado-de-la-fortuna/  que tiene, asimismo lectura gratis en Kindel.

Es perder el tiempo quizá, pero también me parece una oportunidad para plantear estrategias en el nuevo parlamento y hay juego, porque los partidos del poder; los que han montado este tinglado, han perdido mucho poder, que ahora ha caído en manos de críticos. Los últimos estamos muy divididos y hasta incluso somos antagónicos, obviamente en el caso del Frente Nacional. Hay sin embargo, objetivos que compartimos y bueno, ya os lo contaré en mi artículo.

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