jueves, 26 de marzo de 2015

Imagina

Ayer me quedé con hambre. Últimamente he leído varios artículos que tratan del drama del escritor y lo sufro en mis carnes. Insisto, sufrimos porque queremos.
Imagina que empezamos a abrirnos un poco. Es posible que veamos vínculos o que sigamos sin verlos. Así es la vida, pero no nos resignemos a seguir luchando en solitario, nos devoran los buitres.
Sin embargo estamos ante un negocio que puede funcionar con pocas inversiones y riesgos. Basta con que un equipo se haga cargo de un producto que tiene clientela para cubrir los gastos de producción. Como dicen los franceses, no se trata de beberse la mar. El problema es encontrar los socios.
Tenemos que salir de nuestra burbuja y eso duele… Lo sé y tú también lo sabes.
Sigo empezando mi quinta novela y tratando de promocionar las tres publicadas, sigo sin saber nada de la publicación de la cuarta y sigue lloviendo. Os he ofrecido mi obra gratis y solicitado un “me gusta”, un RT o un comentario. También me he comprometido a actuar de la misma manera. No ha funcionado, es lo que hay. Me parecía la forma más fácil…
Están las otras facetas; el trabajo en equipo, la calidad, la financiación y el proyecto de negocio son mucho más fáciles, teniendo en cuenta que se recupera la inversión, bastante reducida, por cierto y que todo el proceso es transparente. Estamos promocionando, a bajo costo, un proyecto competitivo en un mercado reducido, que es el objetivo de la fase.

Todo iría sobre ruedas si encontráramos el grupo y el capital necesarios. Ese y no otro es el drama del escritor, nuestro drama, si lográramos salir lo encontraríamos. Imagina…

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