miércoles, 30 de marzo de 2016

Nuestra cita de los miércoles


Pese a que el encuentro de la semana pasada con Gladys me animó a trabajar la sexta novela; no he logrado más avances que los del eterno regreso a la primera página. Tengo muy clara la idea, pero no llego a expresarla a mi gusto. Por otra parte, la actualidad no me da pie para expresar nuevas opiniones…
No me he quedado mudo. La prueba es que estoy aquí, tengo algo que contarte y me apetece hacerlo. No he dejado la escritura. He escrito una docena de micro relatos que no puedo incluir porque los he presentado a concursos. Me va el género y me parece un ejercicio muy sano. Por otra parte, para mí, la escritura es una comunicación que pido a gritos y no he llegado a mis potenciales lectores, el micro relato me sirve para aprender y el concurso me puede dar visibilidad.
¿De qué me serviría escribir mi sexta novela si no tengo intención de publicarla  en las mismas condiciones de las precedentes?
No se trata de un lamento; no tiro la toalla, escucho mi vivencia y, sin hacerme mayor, dejo que entre un poco más de pragmatismo. El tiempo que utilizo para escribir un micro relato me permite ocuparme de otras cosas, como cuidar mi artrosis: disminución de horas sentado, adaptación de los asientos y masajista. Los dolores han activado  perspectivas que estaban minimizadas en mi mirada.
Cuestión de organización y de flexibilidad, pero desde luego, no es cuestión de tirar la toalla, no. Seré fiel a la cita de los miércoles, por supuesto. Aquí hay comunicación, aunque sea virtual. Publicaré artículos y concursaré, pero la prioridad es “ubicarme” y quitar las sombras que minimizan perspectivas vitales.
Te lo quería contar, no se trata de un mero cumplimiento de acudir a nuestra cita.


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