viernes, 3 de enero de 2014

Sangria Party

No soportan mi mirada, sin poder evitar verme. Estoy tendido en la alfombra, en el centro del salón y mis ojos fijos se mueven de uno a otro, acechándolos sin tregua. Ahí están todos: mi madre; Douglas, el nuevo y flamante amante de ésta; Denis, mi padre legal; Ensio y Galia que se han hecho pareja para hacerme daño. Yo soy Peter. Yazgo, en coma, sobre mis propios vómitos y diarreas pestilentes, tras la ingesta de veneno. Nadie se atreve a pronunciar las palabras fatales. . Suena el timbre y los ruidos que se escuchan en la escalera hacen comprender que es el servicio médico. Han tardado 20 minutos en llegar. Es la noche de San Juan y el privilegio de vivir en primera línea de la playa de las Canteras resulta un obstáculo para la circulación de vehículos.

El médico me examina y sin transición, pregunta: 

- ¿Han llamado a la policía?

Gran silencio que formula una inquietud. El doctor se apresura en aclarar:

- Hay síntomas de envenenamiento…

Dirige una inquisidora mirada a todos los presentes, mientras recoge muestras de mis excrementos

_No deben tocar nada o moverse de aquí hasta que lleguen. ¿Qué ha ingerido? – Me señala. 

Un coro de voces responde:

_ ¡Todos hemos bebido de esa sangría! 

Me mete los dedos en la garganta y vomito una gran tromba.

_ ¡Llamen rápidamente a la policía!

Me sigue metiendo las manazas y me da a beber de una botella. Vomito como si fuera una ballena. Así lo había previsto. Solamente tuve que hacer algunos pequeños cambios en el menú que habían traído del restaurante chino. Puse Amarita ocreata para todos, pero yo había ingerido Amarita muscaria diez minutos antes de comer del plato común. Oriné en la sangría. Los efectos de mi intoxicación se produjeron, apenas 30 minutos tras la primera ingesta. Mis compañeros, menos afortunados, tendrán que esperar los síntomas hasta que sea demasiado tarde. Nadie pensará en ellos con el embrollo creado. Es mi primer crimen perfecto.

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