Lo comento porque la lectura vale la pena y sobre todo, por
lo que significa: un buen planteamiento, un trabajo en equipo, una difusión
entre potenciales interesados en buscar alternativas y el hecho de haber sido
seleccionado como destinatario.
Mi agradecimiento y felicitaciones. Está muy bien dibujado
el panorama y el artículo ha cumplido sus objetivos; ahora nos toca a los receptores.
No me parece desdeñable la labor de intervenir lo más posible en el proceso del “Plan integral para el Fomento
del Libro y la lectura”, pero eso no es sino una batalla con poco margen, como
los autores del artículo reconocen. Por
mi parte, opto por centrarme en buscar alternativas a lo que hay y lo que hay
está ahí: los recortes, que afectan tanto a editores, distribuidores, libreros,
lectores y obviamente a escritores, favorecen a los cada vez más poderosos que
monopolizan la media.
La batalla está, a mi forma de ver, en el mundo que nos toca
vivir y yo creo que el sector es privilegiado, porque podemos competir en calidad y sólidos plan de negocio y potencial
de mercado.
Todo depende de nosotros, se puede empezar con muy poco,
puesto que somos nosotros mismos los que crearemos y distribuiremos el
producto. Nosotros somos el problema, porque estamos permitiendo el cierre de
editoriales, distribuidoras, librerías y todo lo que interviene en la
publicación de obras que no corresponden a las “prioridades” de los “mandarines”
de la media.
Yo creo que tenemos que dejar de mirarnos al ombligo y que
empezar a darnos cuenta de que nuestra crisis
forma parte de una gran crisis y en nuestro sector lo tenemos mucho mejor que
en otros.
Yo sé que, al menos, uno de los autores firmantes hace muchos esfuerzos para conseguir esa unión
y aprovecho mi comentario para aplaudir su iniciativa.
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