jueves, 19 de abril de 2018

Nuestra cita cotidiana


Vuelvo al día en que hicisteis 3 comentarios en los que se reclamaba una explicación del autor, me refiero a la fecha 13.04, es fácil econtrarar en el blog con el criterio y a Pasionaria. Ahí va.
Mis miradas a Pasionaria
Ignoro cómo trasmitió Lucifer la sabrosura de la manzana del pecado. No necesito de diablos para sentirme atraído por los frutos prohibidos por un poder que abusa de  sus “razones de Estado”.
El Vaticano y el Nacional Catolicismo  tenían un índice de libros y de películas prohibidos: allí estaban Voltaire, André Gide y la película Gilda, protagonizada por Rita Hayworth. Franco castigaba muy duro  veleidades fuera  del “Espíritu Nacional” y desde la infancia nos vacunaba contra los pecados de la carne y del “libertinaje”mental.
Soy , según un discípulo de Miller , Pére/versus, con el juego de la ortodoxia de la lectura del yerno de Lakan,  la voz de la ortodoxia de Freud. Soy más heterodoxo y considero que el parricidio de Edipo es un instinto. Tenemos que “matar”al “padre” para liberar al (la)  niñ@.
Rechazo unas “razones de Estado” impuestas, por “cojones”, ahora si hablamos de huevos…
Los hace falta para salir, lo estoy haciendo. Me he empapado de Voltaire, Gide, Marx… y me encanta escuchar el “Put your blame on Mame”: https://www.youtube.com/watch?v=4rWpND28Jos , en la que la Rita pega una ostia a su amante. Lo hace con todo el encanto y la clase que se gastaba.Te invito a visualizarla, yo lo estoy haciendo ahora. ¿Suena a edipismo?
Ponte cómod@, disfruta de la canción o de otra, desparrámate :
Va de viaje; el mío, para llegar a Pasionaria.
¿Por qué ella? Porque vivió en el entorno de mis antepasados paternos y aún estaba su huella allí cundo, de niño, yo andaba por la zona. Me dejó una espinita preñada de dudas, clavada en mi corazoncito, pero, de esas cuya resolución se deja, sistemáticamente, “para mañana”. ¿Por qué? “No sabe o no contesta”, pero hay un resquemor bajo el manto de la “Supervivencia” y Edipo y Miller. Echemos lastre. Viajemos.
Siento el frescor de la primavera ciudadana del 2018. Somos much@s l@s que compartimos esa intuición y el resquemor de habernos dejado quitar la merienda, atraídos por le recogida de las migajas que nos echaban  Lo he vivido en los 60s, en los noventas y en las primaveras de los últimos años que no acaban de cuajar, porque  la estrategia y el poder de los ejércitos del” padre”lo impiden.
Ha llegado la hora de la mirada a Pasionaria. Habla mi niño sepultado. Los orígenes de mis abuelos materno y paterno estaban, respectivamente en las minas de Carbón de Barruelo de Santullán y de hierro de Somorrostro.
¿Cómo no comprender a Dolores Ibáruri?.
Así, la primera estación del viaje son voces que conocieron a la persona.
Las siguientes pinceladas son mi viaje y el tuyo, si te apetece. Es sicodélico en imágenes, pero puedes esparramarte, en el sofá o en tu asiento favorito. Ver tu tablet y la tele y mantenerte “al loro”. No vamos a salir del planeta, no te preocupes; nos vamos a centrar en la “primavera” en la que Pasionaria se dejó “comer la merienda, al objeto de aprender a evitarlo.
Nada de formalismos o de “comecocos”, te puedes servir a gusto: ternura, vivencia, sueño, ¿Cuento de la lechera? ¿”Pa chulo yo II? ¿Catarsis II? Instinto de superación? ¡Estamos viviendo una nueva primavera ciudadana, no nos dejemos, una vez más, “quitar  la merienda”


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