domingo, 8 de abril de 2018

Pasionaria XVIII


El postre
Mismo lugar, madrugada del día siguiente.
Y pasaron la una y las dos y las tres. No falta “misterio”y juegos de rol: de Juego de Tronos y de “Pa”chul@ yo  No hubo hadas o brujas, no hacía falta, bastaba la intromisión por la cara, cuando el grupo fundador de la comuna empezaba  a “tocarse”; desde luego no era momento  para recibir invitad@s. La fiesta ha seguido y hemos hecho grandes avances, gracias a Isabel Carlota. Ella es licenciada en Ciencias Históricas y dice, mirando, con  descaro y  gozo, el “paquete” de Adrian:
—Sería bueno que ustedes bajaran un poco más de fecha, sugiero el 18 de noviembre de 1905, a la fiesta que celebraron los socios ganadores de las elecciones municipales que se habían celebrado el día anterior, en Barcelona, primera victoria de la oposición al régimen. En esa celebración se produjo ya gran crisis de la convivencia.
Esta tía se columpiaba en la mirada triste de un Adrian que se deja llevar. Vamos, un tango apache que se marcan para ambientar  clase de una maestra frustrada
.
—Esta insolencia puso muy nervioso al rey y a un ejército que no había sido capaz de defender lo que quedaba de nuestro “imperio”; crisis del 98. Aclaro  que estaban de retirada en África. También se produjo bronca entre los militares de África, los bien “pagaos”, que podían ascender por méritos de guerra, pese a lo poco que se lucían, y los de la península. Pensemos en el  papel que jugó el ejército de África en la Cruzada y en las excelentes relaciones del caudillo con el petro dólar de los Emiratos y las Repúblicas Árabes.
Yo creo que a ésta nadie le  ha enseñado a actuar. Se ha buscado la vida, tan bien lo haces que se columpia en las vísceras, como había hecho antes con las miradas.Es la Reina de los mares y monopoliza la conversación.
—Catalunya, corona, ejército, agitación social, represión… Ahora la justicia europea discrepa con la española con respecto a Puigdemont- Resuenan cascos y cascas y hasta se exhiben impúdicamente las desavenencias entre los reyes y los eméritos,  y la utilización de tod@s de la princesa de Asturias y la infanta, símbolos de la unidad “indestructible” de la España de los señoritos.
Isabel Carlota deja muy claro que le consta que algunos son muy buenos en la cama y la mirada de ella se lleva los miedos de la de Adrian.
—Soy un hombre felizmente casado.
Se atreve éste como si no sintiera que esos ojos de azabache carecían de interés por su estado civil.
—Estás siendo muy dura…
Reprocha Celia. Es consciente de ser voz que clama en el desierto e Isabel Carlota  aprovecha para su taconazo de puta.
—Aparentemente  —Respira tan hondo que se deja penetrar todos los chancras— esto nada tiene que ver con la soledad de Pasionaria o con la primavera ciudadana de 2018, pero sabemos que estamos aquí para eso.
—Estábamos… has metido el sexo. Te has impuesto y has hecho una pesadilla de mi bonito sueño, aquella versión postmoderna de Cenicienta regalo del espíritu que nos ha traído aquí.  
A Strelizia le siguen brillando las trenzas, pese al desencanto  expresado.
Álvaro acaba de descubrir una pieza que le faltaba en su leyenda de la Guerra Civil y de la actualidad. Piensa en su Maracaibo querido. Sabe que volverá.
Gonzalo ha colocado a Pepe Mújica en los círculos de humo de las ascuas que deja desvanecer y controla, y en los  del porro que acaba de pasarle Antonio.
El último se ha atascado en la bronca de familia: él nunca se mete, da mal rollo.



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